Revelamos uno de los mejores secretos de estas fechas: el porqué Rodolfo tiene que ser una rena.
Una vez finalizada la Navidad y después de los regalos de Reyes, empezamos el año con el primer post del 2019, en el que no os vamos a hablar de auroras boreales ni de Noruega en general sinó de lo que mencionamos hace unos días sobre el reno más famoso de Papá Noel, el reno Rodolfo. En aquel momento, os comentamos que no nos cuadraba demasiado que fuera un macho y que pensábamos que tenía que ser una hembra. Para no dejaros con la intriga, os explicamos el porqué.
El reno es la única especie de cérvido donde tanto los machos como las hembras tienen astas (ojo, son astas, no cuernos, pero eso ya es otra historia para otro día) y las renuevan cada año. Por tanto, solo con verlos, no podemos saber si se trata de un macho o de una hembra.
La principal finalidad de las astas en los machos es la autodefensa y sobretodo impresionar a las hembras y pelear con otros machos para conseguirlas y reproducirse. En cambio, en las hembras, la finalidad es la protección de las crías y el poder conseguir más comida en la época en la que las crías la necesitan.
Si nos fijamos en estas dos situaciones, podemos darnos cuenta que se refieren a temporadas del año distintas, puesto que los machos las necesitan para engendrar a las crías y las madres para cuidarlas cuando estas han nacido.
La época de celo empieza en septiembre y una vez finalizada, los machos adultos empiezan a perder la cornamenta, normalmente en noviembre - diciembre. Las crías nacen en primavera y es entonces cuando las hembras aprovechan sus astas para tener ventaja sobre los machos para conseguir y defender la comida que encuentran, puesto que tienen que alimentar con su leche a las crías y por tanto, necesitan más comida. Ellas pierden las astas durante el verano.
Por todo esto, el 25 de diciembre lo más probable es que Rodolfo sea una rena, aunque se llame Rodolfo y tenga la nariz roja, lo cuál, ya no nos llama tanto la atención :).
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Nicolás Manero, fundador de Fiordo Polar